Según los datos publicados por el servicio estadístico de la UE, EUROSTAT, la demanda de gas natural en la UE disminuyó un 7,4% en 2023, totalizando 12,72 millones de terajulios, la cifra más baja desde 2008. Esta es la segunda disminución consecutiva de la demanda de gas natural, tras la disminución del 13,3% en 2022, lo que demuestra una vez más los progresos realizados por Europa en la gestión de la crisis energética y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles rusos.
La disminución de la demanda de gas natural está estrechamente relacionada con las medidas descritas en el Reglamento (UE) 2022/1369 del Consejo de la UE. Este reglamento establece una serie de medidas coordinadas para reducir la demanda de gas natural, como parte del plan REPowerEU. El plan REPowerEU tiene como objetivo reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos, al tiempo que se gestiona la crisis energética en curso y el aumento constante de los precios de la energía. Esta serie de medidas incluye la mejora de la eficiencia energética, la aceleración del despliegue de energías renovables y la promoción de la diversificación del suministro de energía.
De los 27 Estados miembros de la UE, 21 registraron una disminución del consumo de gas natural en 2023. Alemania, Italia y Francia fueron los países con las disminuciones más significativas, con un 3,8%, un 10% y un 11,7%, respectivamente. En concreto:
Alemania: El consumo total de gas natural fue de 2,96 millones de terajulios, un 3,8% menos que en 2022. Alemania, como la mayor economía de la UE y uno de los principales consumidores de gas natural, su disminución de la demanda tiene un impacto significativo en los datos generales.
Italia: El consumo total fue de 2,35 millones de terajulios, un 10% menos que el a?o anterior. El gobierno italiano ha adoptado una serie de medidas para reducir la dependencia del gas natural, incluyendo el aumento del uso de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.
Francia: El consumo disminuyó un 11,7%, totalizando 1,36 millones de terajulios. Los esfuerzos de Francia para reducir la demanda de gas natural incluyen el impulso de la energía nuclear y las energías renovables.
Países con aumento excepcional de la demanda
A pesar de la disminución de la demanda de gas natural en la mayoría de los países, algunos países registraron un aumento de la demanda, incluyendo Finlandia (+25,6%), Suecia (+11,1%), Polonia (+5,3%), Malta (+4,5%), Dinamarca (+1,1%) y Croacia (+0,8%). Las razones de este aumento de la demanda en estos países son diversas, incluyendo el aumento de la demanda industrial y los ajustes en la estructura energética.
Para hacer frente a la crisis energética y reducir la dependencia de la energía rusa, la UE ha adoptado diversas medidas. Estas medidas no solo incluyen la elaboración de leyes y reglamentos, sino también la construcción de infraestructuras energéticas reales y los ajustes políticos:
Mejora de la eficiencia energética: mediante diversas medidas y tecnologías de ahorro de energía, los Estados miembros de la UE han mejorado considerablemente la eficiencia del uso de la energía en los sectores de la construcción, la industria y el transporte.
Aceleración del despliegue de energías renovables: el rápido desarrollo de energías renovables como la eólica y la solar ha reducido considerablemente la dependencia de los combustibles fósiles. Varios países de la UE han logrado avances significativos en el ámbito de las energías renovables, impulsando aún más la transformación de la estructura energética.
Promoción de la diversificación del suministro de energía: la UE ha aumentado las inversiones en la importación de gas natural licuado (GNL) y ha buscado la cooperación con otros países proveedores de energía para garantizar la diversificación y la seguridad del suministro de energía.
Impulso a la construcción de reservas de energía: refuerzo de las instalaciones de almacenamiento de gas natural para mejorar la capacidad de respuesta a la escasez repentina de energía. Mediante la creación de reservas estratégicas, la UE tiene una mayor capacidad de respuesta ante las interrupciones del suministro de energía.