El gobierno alemán está considerando actualmente la posibilidad de suavizar su plan de estricto examen de las inversiones chinas, una medida que refleja el delicado equilibrio de Berlín entre la atracción de inversión extranjera y el estímulo de la recuperación económica. Según un artículo del Wall Street Journal del 28 de abril, aunque la Comisión Europea está tratando de adoptar medidas más enérgicas contra China, Alemania parece estar dispuesta a adoptar una política más moderada hacia China.

Desde que el canciller alemán Olaf Scholz asumió el cargo en 2021, el gobierno alemán ha reforzado su vigilancia estratégica de China, especialmente en los ámbitos tecnológico y de seguridad. El gobierno alemán ha impuesto controles de exportación más estrictos sobre las tecnologías sensibles y ha impedido en varias ocasiones, en nombre de la seguridad nacional, ciertas actividades de inversión chinas. En julio del a?o pasado, en el primer documento de estrategia china presentado por el gobierno de Scholz, se definió claramente a China como un competidor sistémico y se instó a las empresas nacionales a reducir su dependencia del mercado chino.

Sin embargo, según las últimas fuentes de información, el gobierno alemán podría estar reevaluando esta orientación política. Ante la persistente falta de dinamismo económico, los funcionarios del gobierno parecen considerar ahora que un examen demasiado estricto de las inversiones extranjeras podría obstaculizar el dinamismo económico de Alemania. En un momento en que se busca capital y tecnologías innovadoras en todo el mundo, un proteccionismo excesivo podría ser perjudicial para los intereses económicos a largo plazo de Alemania.

El informe se?ala que el gobierno alemán tenía previsto aprobar un nuevo proyecto de ley de examen de inversiones que le otorgaría más poder para examinar los riesgos para la seguridad de las inversiones extranjeras y ampliaría su competencia a más tipos de inversiones. Este plan se centra principalmente en las inversiones chinas, e incluye nuevas cláusulas para examinar los institutos de investigación alemanes que colaboran con socios extranjeros en ámbitos clave.

Sin embargo, Alemania parece estar reconsiderando su estrategia desde dos perspectivas. Por un lado, el gobierno alemán podría no impulsar un nuevo proyecto de ley, sino enmendar la legislación existente para definir el poder del gobierno para examinar las inversiones. La legislación enmendada podría seguir otorgando al gobierno nuevos poderes, como el examen de las reestructuraciones internas de las empresas o la transferencia de patentes a inversores extranjeros.

Este ajuste de estrategia podría estar relacionado con la preocupación del gobierno alemán de que las estrictas medidas de examen afecten a la entrada de inversión extranjera. Fuentes conocedoras de la situación han revelado que el gobierno de Scholz teme que estas medidas puedan obstaculizar los esfuerzos por reactivar la economía nacional. Un portavoz del Ministerio de Economía alemán también ha declarado que, si bien las normas de examen de inversiones existentes siguen en vigor, la experiencia reciente indica que las normas deben reformarse para adaptarse a la cambiante situación de seguridad... este trabajo está en curso.

Este posible ajuste de la política también podría provocar una falta de sincronización con otros Estados miembros de la UE, en particular con Bruselas. La Comisión Europea está adoptando una serie de medidas más enérgicas contra China, incluida la apertura de investigaciones antisubvenciones sobre productos como los vehículos eléctricos chinos. Este cambio de Alemania podría provocar cierto grado de divergencia política dentro de la UE.